viernes, 27 de noviembre de 2009

Fabricación y utilización


El hielo líquido está conformado por millones de micro cristales de hielo suspendido en una solución liquida. Estos cristales miden entre 0.25 y 0.5 milímetros de diámetro.

Una de las principales ventajas de la utilización del hielo líquido es que permite temperaturas inferiores a cero grados y su conductividad térmica es superior a la del hielo en escamas. La elevada transferencia de calor superficial cuando toma contacto con el producto a enfriar, lo hace único. Además provoca un efecto de lavado y que la geometría esférica de sus cristales evita que se dañe el producto.

Se produce mediante un proceso que remueve de manera continua el hielo generado, de modo que queda suspendido en forma de cristales microscópicos dentro de la disolución. La proporción hielo-agua es variable, oscilando entre el 20 y 40 por ciento en función del tamaño de la especie marina que se desea conservar. Además, permite combinarlo con otros agentes conservantes. Los resultados muestran que, en general, el pescado se conserva diez días más con hielo líquido que con hielo en escamas.

El hielo en estado de suspensión liquida puede ser distribuido desde la fuente generadora a cualquier cantidad de puntos de descarga, utilizando tuberías o mangueras, usando bombas convencionales.

Los componentes del generador de hielo pueden adaptarse a cualquier espacio disponible y su disposición en la planta no afecta el rendimiento.

Aplicaciones del hielo líquido

Tiene por objeto satisfacer los requerimientos de hielo de la industria Agroalimentaria, Fruti hortícola y Pesquera, dado que el hielo líquido puede generarse con agua potable variando el punto de congelamiento de la misma o con agua de mar.

En el caso de la industria pesquera, el uso de agua de mar permite conservar las características del hábitat del pescado. Además, al comportarse como un líquido permite cubrir y congelar en forma instantánea los alimentos en toda su superficie, eliminando la posibilidad de formación de bolsas de aire. Con ello se logra proteger a los alimentos de los ataques de las bacterias impidiendo la putrefacción de los mismos.
En industria fruti hortícola, el uso de agua potable en solución azucarada o en solución salina permite la conservación de frutas y verduras, manteniendo las mismas sus características de sabor, color y aromas propios sin necesidad de tratamientos previos a la misma.

En industria Agroalimentaria, el uso de agua potable en solución salina puede ser utilizado en los frigoríficos para faena de vacunos, pollos, conejos, etc.

Ventajas del hielo líquido

Incremento de la productividad.

El hielo líquido al comportarse como un líquido se puede bombear, haciendo fácil su manipulación, distribución y reparto en los puntos de descarga para su uso.
No requiere trabajo manual o transporte para trasladar el hielo, lo que disminuye los costos asociados con el mantenimiento de los equipos y personal.

Enfriamiento rápido
El hielo liquido, a través de los microcristales de hielo, suministra protección instantánea a los productos comestibles perecederos, manteniéndolos frescos y preservando su color por periodos de tiempo prolongados.
Por ejemplo, reduce la temperatura del pescado fresco de 12ºC a 0ºC en tan solo 5 minutos.
La velocidad de este proceso permite obtener una calidad del producto superior.

Reducción del consumo de energía.
Los bloques y escamas de hielo son producidos en los puertos, entonces se necesita energía para mantenerlo frío a bordo. Sin embargo, el hielo líquido es producido a bordo en el momento de ser utilizado (producido y rociado en el momento que los peces son capturados).

Medio ambiente higiénico

El hielo líquido es producido, distribuido y almacenado en un ambiente totalmente cerrado. Sólo toma contacto con el medio externo cuando llega al punto de descarga, eliminándose el riesgo de contaminación del hielo al tomar contacto con productos contaminados.

Producción

Hace ya algunos años, distintas instituciones como universidades e institutos tecnológicos y empresas privadas, han estudiado la forma de optimizar la conservación de los productos de mar tras la captura. Esto llevó a numerosas publicaciones de resultados ante análisis comparativos entre el conocido sistema de refrigeración por hielo en escamas y el novedoso de hielo líquido, que determinaron numerosas ventajas en la utilización de este último. Se hicieron pruebas de evaluación de la calidad bioquímica, fisicoquímica y microbiológica de distintas especies marinas tras haberlas conservado paralelamente en ambos sistemas. Los estudios arrojaron datos alentadores cuando se descubrió que el crecimiento microbiano de las piezas conservadas en hielo líquido era notablemente menor que en el sistema de hielo en escamas tradicional. También disminuyeron los niveles de coliformes, microorganismos proteolíticos, el PH y otros parámetros que conducían a la ratificación de las ventajas del hielo líquido.
Cuando se utiliza hielo líquido, se aumenta el tiempo de conservación y se logra un mayor aprovechamiento de los productos marinos en los posteriores procesos ya sea de fileteado, congelado, enlatado, o la cocción. El por que de todo esto tiene que ver con la técnica misma y propiedades de este método. Como se sabe, una vez que el producto de la pesca se extrae de su entorno, comienza una degradación de alta velocidad que le transfiere la característica de “altamente perecedero”. El hielo líquido puede ser aplicado inmediatamente. A diferencia del hielo en escamas, se produce un efecto sanitario de lavado. El nuevo entorno de la pieza capturada es muy similar al mismo donde se encontraba antes de la captura, incluso con el mismo porcentaje de cloruro de sodio. Luego, el pez muere en forma instantánea y no lentamente por asfixia como en el caso anterior. El nuevo entorno similar al hábitat marino, ayuda a mantener los valores de humedad del pescado, y la forma micro-esférica del hielo no daña a la pieza. A esto se le suma la capacidad del hielo líquido para cubrir totalmente la superficie de la pieza sin dar lugar a que se formen intersticios de aire (que es uno de los principales agentes que permiten la degradación). Al aumentar entonces la superficie de contacto con la pieza, mejora notablemente la conductividad térmica. De esta manera, se logran controlar aún mas, los mecanismos de degradación.